En 1990, el sueño de ubicar un telescopio en el espacio se hizo realidad. Tras no pocas vicisitudes, solventadas gracias a diversas misiones tripuladas, el Hubble logró proporcionarnos imágenes imposibles de captar por los telescopios terrestres más potentes. Y aún continúa haciéndolo, en órbita por encima de la atmósfera.
Así arranca El sistema solar del Hubble, uno de los libros de la colección Atlas del Cosmos, de National Geographic, y que he tenido el placer de escribir. Lo redacté antes de empezar a trabajar en el ministerio, pero se publica ahora y es una sorpresa maravillosa.
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