Si hay un animal marino que, literalmente, da la vida por sus hijos, es el pulpo, en concreto, la hembra. Después de incubar miles de huevos durante meses, en los que ni come ni se mueve en ningún momento, cuando empiezan a eclosionar, la madre muere como consecuencia de ese largo período de inanición. En el caso de las especies de aguas poco profundas, el período de incubación dura entre uno y tres meses, pero si nos adentramos en zonas más frías y oscuras, los tiempos aumentan considerablemente.

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