Frente a un trauma, algunas personas se marchan involuntariamente de su hogar y no recuerdan ni quiénes son. Este mecanismo de protección de la mente es una fuga disociativa, un trastorno muy poco frecuente que llena de lagunas a quien lo sufre. Los expertos saben diferenciar los casos reales de los simulados.
Puedes leer el reportaje en el número de marzo de la revista Muy Interesante.