Las vacaciones son un buen momento para descubrir lugares donde se hace ciencia de primer nivel. Adéntrate en el Gran Colisionador de Hadrones con el que se demostró la existencia del bosón de Higgs o escruta el cosmos desde el desierto de Atacama. Si prefieres seguir las huellas de legendarios Premios Nobel, no te pierdas el pub The Eagle, donde Watson y Crick anunciaron el hallazgo de la estructura del ADN, o maravíllate con el laboratorio parisino de Marie Curie. Para amantes de la naturaleza, el volcán Snæfellsjökull (que Julio Verne describió en una de sus novelas) es un buen punto de partida.

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