Los directores de cine añaden más segundos a los planos medios y generales, en comparación con los primeros planos, y más aún si la escena en cuestión contiene elementos que puedan sembrar confusión en el espectador. Un estudio de la Universidad de Cornell (EEUU) revela cómo los cineastas siguen estas pautas tácitamente, sin darse cuenta de que están empleando principios psicológicos relacionados con el reconocimiento de emociones en sus largometrajes.

Puedes leer el reportaje completo en EL ESPAÑOL.