Los diez días siguientes a la declaración del estado de alarma Gabriel Heras (Madrid, 1977) trabajó 120 horas. Sumó tres guardias de 24 horas, dos refuerzos de doce y tres turnos de ocho. En un mes, el intensivista adelgazó cinco kilos y fue uno de los miles de sanitarios contagiados por el coronavirus en la Comunidad de Madrid. Su hospital fue el primero de España en el que se diagnosticó un paciente con coronavirus en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Durante la baja médica, además de recuperarse del desgaste físico y emocional, escribió su visión de la pandemia en En primera línea (Península, 2020), que se acaba de publicar.
Puedes leer la entrevista completa en la agencia SINC.