Con la llegada de la primavera y el aumento de las temperaturas muchos animales y plantas salen de su letargo invernal y cobran más protagonismo, tanto en campos como en ciudades. Las plantas con flores son una delicia para los sentidos pero el calor también activa a unos insectos con muy mala fama: las cucarachas.
«Buscan temperaturas cálidas para vivir, niveles importantes de humedad y prefieren la oscuridad», explica M. Dolors Piulachs, investigadora del Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-UPF) de Barcelona.
Según la entomóloga, en verano los cambios térmicos no son tan acentuados y les permiten más movilidad, aunque siguen buscando zonas oscuras. En el Archivo de Especies de Cucarachas, un catálogo taxonómico que incluye a todas las del mundo, aparecen registradas alrededor de 4.600 especies.
Para controlar las temidas plagas, los expertos recomiendan evitar estrategias de aniquilación indiscriminada, pues estos insectos tan poco queridos realizan una función crucial en los ecosistemas.

Puedes leer el artículo completo en EL ESPAÑOL.