Con una altitud media de 4.900 metros, el Tíbet es la región más alta del planeta. En su frontera con Nepal se alza el Monte Everest, el pico más elevado sobre el nivel del mar. A unos cuantos kilómetros de allí, los tibetanos llevan viviendo cientos de años, sin ser conscientes de que su rutina en las alturas es toda una proeza evolutiva.

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