Para hacer frente a situaciones de hipoxia –deficiencia de oxígeno– que puede sufrir la tripulación en pleno vuelo existen entrenamientos que los recrean. Un grupo de pilotos e ingenieros de las Fuerzas Armadas que realizó este programa de instrucción mostró una actividad ocular diferente respecto a otro conjunto de pilotos que no participó en el entrenamiento, lo que significa que la velocidad de los movimientos oculares podría ser un síntoma de la hipoxia.
La noticia completa, en divulgaUNED.