Un siglo de vertidos, bajo la lupa de la AECC

A simple vista, el Ebro parece limpio a su paso por la localidad tarraconense de Flix. El municipio puede presumir de observar al río más caudaloso de España dos veces, debido a la pronunciada curva que dibuja unos metros adelante.

Sin embargo, el bucólico paisaje se puso en entredicho en diciembre de 2001, cuando aparecieron muertos varios peces unos kilómetros más abajo. Estudios científicos demostraron que fallecieron por niveles altísimos de mercurio –1 microgramo por litro–, contaminantes que se registraron en los alrededores de la fábrica química de Flix.

Desde 1894, año en que un grupo de inversores alemanes la instalaron para producir sosa, la empresa Ercros –antes denominada Electroquímica de Flix– ha vertido toneladas de contaminantes al río, aprovechándose de la laxitud de la legislación. Hoy por hoy, más de un millón de lodos contaminados por metales pesados, organoclorados y radionucleidos permanecen depositados en el embalse de Flix.

La sociedad estatal Acuamed ha emprendido una obra titánica para limpiar el río de estos compuestos, y un grupo de periodistas de la Asociación Española de Comunicación Científica ha viajado al lugar para comprobar cómo marchan las labores de descontaminación.

Máquina de dragado junto a la fábrica de Ercros en el río Ebro. Foto: Antonio Calvo
Máquina de dragado junto a la fábrica de Ercros en el río Ebro. Foto: Antonio Calvo

Puedes leer la crónica completa en el blog de la Asociación Española de Comunicación Científica.

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