Como si de un cuento infantil se tratara, los protagonistas de este reportaje son cascadas silenciosas, desiertos de sal, lagunas rojas, castillos de algodón, mares de nubes y cristales gigantes. Sin embargo, no es necesario recurrir a la fantasía de Hans Christian Andersen para imaginar estos extraños lugares: existen en la Tierra, diseminados por el archipiélago canario, México, Turquía, Tanzania o Bolivia. Científicos de todo el mundo los estudian sin dejar de sorprenderse como el resto de los mortales. Sus investigaciones nos permiten dibujar una imagen más nítida de cómo era el mundo hace miles de años e, incluso, sirven para conocer la geología de planetas lejanos, como el mismísimo Marte.
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