A punto de que arranque la trigésima edición de los juegos olímpicos, Londres se ha blindado para evitar actos terroristas. En la retina de los londinenses permanecen los atentados del 7 de julio de 2005. Ahora, en la capital se han preparado desde lanzamisiles tierra-aire hasta aviones no tripulados utilizados en Afganistán. Con tal despliegue armamentístico, las autoridades quieren que la población se sienta segura. Según algunos expertos, están consiguiendo el efecto contrario.

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