En 1969, con la resaca de la revolución del 68 de la que Miguel Delibes fue testigo, el escritor vallisoletano escribía una amarga novela poco conocida por el público general: Parábola del náufrago. Su protagonista, Jacinto, desconfía del lenguaje para entablar relaciones humanas y defiende que “cuantas menos palabras pronunciemos y más breves sean éstas, menos y más breves serán la agresividad y la estupidez flotante del mundo”.
Con esta contundencia arrancaba la tercera edición del congreso COMCIRED (Comunicar Ciencia en Red), organizado por la FECYT (Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología). Inés Rodríguez, directora del Museo de la Ciencia de Valladolid -donde se celebraron las jornadas-, quiso recordar así al escritor castellano, estableciendo un paralelismo entre la ciencia y la brevedad de palabras como aliados para luchar contra la ignorancia.
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